Auditoría energética en edificios
¿En qué consiste? La Auditoría Energética es un proceso que sigue los siguientes pasos: - Descripción detallada del edificio de estudio desde el punto de vista energético (características del edificio, datos de las instalaciones, hábitos de consumo, facturas eléctricas y de otras fuentes de energía, consumo energético de los procesos industriales,...). - Evaluación de las mejoras y recomendaciones energéticas (procesos productivos, instalaciones térmicas, nuevas tecnologías, energías alternativas,...). - Cuantificación económica de dichas mejoras, analizando en cada caso los costes de inversión, los costes de mantenimiento y el periodo de amortización. Con todo ello se elabora un informe detallado que se entrega al cliente y a partir del cual decidirá qué medidas de ahorro se seguirán y cuales no, en función de la rentabilidad de las diferentes propuestas, de la mejora que suponga en la calidad de las instalaciones, o de la importancia significativa el la disminución de emisiones de CO2 a la atmósfera. ¿A quién va dirigido? Las Auditorías Energéticas van dirigidas a: Viviendas unifamiliares Edificios de viviendas Comercios y pequeñas empresas Residencias y Hoteles Edificios Sanitarios, Docentes, Institucionales Y en general cualquier edificio en los que se empleen instalaciones poco eficientes, con escaso mantenimiento y deterioradas, en los que la disminución de la factura energética sea una prioridad. ¿Qué se puede obtener a partir de una Auditoría Energética? La Auditoría Energética es única y personalizada para cada edificio, y sus resultados dependen entre otros factores de: - Consumo energético del edificio (los elevados consumos justifican la rentabilidad de las inversiones). - Calidad y estado de las instalaciones (las instalaciones anticuadas y poco eficientes se mejoran con inversiones no muy grandes). - Medidas de ahorro energético ya adoptadas. Teniendo esto en cuenta, en función del tipo de edificio podemos esperar los siguientes resultados: - Edificios residenciales: Entre el 15 y el 30% de ahorro. - Comercios: Entre el 10 y el 25 % de ahorro. Algunos ejemplos de mejoras y sus correspondientes períodos de retorno estimados, en el caso de edificios ya construidos serían:
|